Ciutat Meridiana:
La justicia como azote de los pobres
Del problema de no ser Infanta y además pobre
Durante un breve tiempo, la problemática de la vivienda con la propuesta ciudadana de la ILP de la dación en pago que promovía la PAH, con los suicidios, con la declaración de los tribunales europeos diciendo que la ley hipotecaria española era ilegal, puso a las élite neoliberales en apuros. Lo que parecía una transición sumisa de una población lobotomizada hacia la esclavitud de pronto se hizo añicos. Toda una serie de afectados por la problemática de la vivienda llevaban a cabo desobediencia civil y estaban teniendo una repercusión perniciosa. Llegaron incluso a practicar escraches que según parece es lo peor de lo peor porque pone nerviosos a los ricos.
Y fue un tiempo de titubeos, pero siguieron las políticas neoliberales y al final la ILP, Ada Colau, la PAH desaparecieron de los medios audiovisuales y los bancos rescatados con dinero público otra vez se han sentido fuertes para continuar, con nuevos esfuerzos, recuperando el tiempo perdido en los procesos de desalojo de las familias.
Y para eso se han dotado de nuevas leyes (para perseguir a los pobres lo que haga falta). Ya la semana pasada en nuestra asamblea de afectados tuvimos las primeras referencias sobre desalojos express que tenían lugar sin la notificación previa. Hoy hemos tenido una clase rápida de justicia aplicada a los pobres.
Una pareja joven, con una criatura de 17 meses que estaban ocupando un piso de Bankia en Ciutat Meridiana, algo común en el barrio por la inmensa cantidad de desahucios que se han producido en nuestro barrio en los últimos años (lo de Villadesahucio no es broma). Se encuentran a primeras horas de la mañana que una amplia dotación de mossos de escuadra (2 furgones, 4 ó 5 coches de policía, unos 20 efectivos en total) con la comisión judicial y el cerrajero de turno, y sin notificación previa les vienen a desalojar de la vivienda. Les levantan de la cama y como desayuno expulsión sin pastas.
Les obligan a sacar todos los enseres y pertenencias, que por suerte pueden acumular en casa de un vecino y los echan a la calle con el consiguiente cambio de cerradura.
Decían desde el ayuntamiento de Barcelona que se preocupaban de la problemática y que no se podrían producir desalojos de menores si no estaba presente una asistente social. En el día de hoy , en la Barcelona Guai del señor Trias, una niña de diecisiete meses ha sido desalojada de su vivienda sin la presencia de los servicios sociales.
Ya en la calle, miembros de la Avv de Ciutat Meridiana han recriminado a los mossos que como se podía desalojar a un menor sin la asistencia de los Servicios Sociales, la respuesta del responsable ha sido decirnos que se estaba gestionando. Gestiones que al final han concluido en la entrega de un número de teléfono de Servicios Sociales y nada más.
Nos decía el responsable que ellos venían mandados por el juzgado, que nos dirigiésemos a dicho juzgado. Problema: no han dejado copia de la orden judicial, ni copia del atestado policial, con lo cual se ha producido un desalojo y nadie sabe como ha sido.
Lo más sangrante es que el desalojo es de Bankia. Ejemplo de corrupción, uno de los principales actores en provocar esta inacabable crisis que nos lleva a la miseria mientras los ricos cada vez acumulan más riqueza. Han sido rescatados con dinero público y hacen uso de malas prácticas para recuperar pisos que les hemos pagado entre todos.
Y mientras para los responsables de la crisis todas las estratagemas legales son posibles, hasta si es necesario inhabilitar a un juez que se lo ha tomado en serio, para nosotros los pobres todo vale. Si se quedan unas cuantos derechos por el camino, que más da, total nos lo merecemos, a quien se le ocurre pretender vivir por encima de nuestras posibilidades.
De la gente de este barrio, nadie somos la Infanta, ningún fiscal vendrá a defendernos cuando sin recursos, tras años de ERES, paros, ayudas insuficientes, nos dejen sin vivienda y sin dignidad.
Alguno podría escudarse en el que son ocupas, que total son parias, que a mí no me llegará.. Pero ellos nos van probando y ahora son los ocupas, pero si no respondemos pasarán a ser las familias hipotecadas o familias que no puedan hacer frente a los pagos de los servicios mínimos. Y en ese momento muchos pensarán porque yo, a mí no puede pasar esto…
Y cuando nos demos cuenta no tendremos nada.. 20 familias tendrán el 90 por ciento de la riqueza y el resto viviremos en la más absoluta indigencia. Eso sí, siempre podremos cambiar de canal para ver el enésimo partido de fútbol o tirar de concursos.. qué bonito podrá ser ver el concurso más famoso “A QUIEN DESALOJAMOS HOY”, versión para todos los públicos.