¿ a qué precio vendió el banco su deuda al fondo buitre en el remate?
A finales del 2017 la banca española había puesto a la venta créditos de dudoso cobro -NPL (non performing loans) –por valor de 190.000 millones de euros en un estudio realizado por la Fundación de las Cajas de Ahorro – FUNCAS- (claro, las que quedaban). Al banco malo, la Sareb, al FTA2015 que se llevaba por delante miles de hipotecas de Caixa Catalunya y un largo etcétera, sumaban los bancos españoles otros miles de créditos de los que muchos llevaban asociada una garantía, una vivienda, mayormente la habitual de tantos miles de hogares que tras la crisis del 2007, llegada de los EE.UU., perdieron el sueño de tener su casa en propiedad con las llamadas hipotecas tóxicas. Todos aprendimos un nuevo lenguaje.
Esas viviendas de hogares afectados por la durísima crisis del 2007, que aún colea, eran activos adjudicados a la banca en las subastas judiciales (REO – Real Estate Owned). 814.920 ejecuciones hipotecarias de 2007 a 2020 llevaron a más de 1 millón de personas a perder su vivienda sin contemplaciones en más de 300.000 lanzamientos en una crisis hipotecaria que ellas no habían provocado.
Pero los partidos del Congreso de los Diputados de la Carrera de San Jerónimo callaron ante semejante carnicería.
Y a pesar de que las pantallas y sesudos catedráticos digan lo contrario, aquellos créditos impagados se crearon del puro aire con la concesión de préstamos en la mesa del notario en cuando el deudor estampaba su firma conjurándose en amortizarlo en los sucesivos años. Es un contrato desigual pues la Banca española no arriesga ni el dinero de sus accionistas o patrimonio, convirtiendo los impagados en un descuadre del balance. Eso sí, añadiendo unos intereses y multitud de comisiones que la banca se cobraba por el simple hecho de haber creado aquellos miles de euros, de curso legal, a golpe de tecla en su balance. Las entidades financieras actúan sin piedad en las subastas, asegurando que sólo hacen de intermediarias entre ahorradores y deudores, a pesar que los bancos españoles habían creado aquel dinero generando de la nada préstamos en el deudor y depósitos en el vendedor como fábricas de euros de curso tan legal como los que crea el Banco de España o el Banco Central Europeo.
No se trataba de atemperar las deudas a la capacidad económica de los hogares caídos en una crisis de la que los responsables, la banca, eran los únicos ganadores. Las normas financieras de Basilea III vinieron al rescate de la contabilidad creativa de la Banca exigiendo la limpieza de balances de los activos, de las viviendas de la gente, que ahora eran tóxicas. La crisis hipotecaria se cargó con el rescate europeo a deuda pública y luego toda ella revendido a la banca de inversión -hedge fund o fondo buitre- americana y europea. ¿Quién no tiene un conocido que no se ha peleado con uno de esos fondos en los tribunales o al teléfono?
La Comisión Europea, burócratas que nadie ha elegido, se aprestó a crear un mercado europeo de NPL – créditos morosos– en el momento que casualmente los bancos centrales con la Reserva Federal a la cabeza empezaron a comprar cuantas emisiones de deuda fueran necesarias para limpiar balances tóxicos a los bancos privados y rellenarlos de un océano de liquidez o dinero nuevo creado con la nueva política monetaria llamada con el excéntrico nombre de Expansión Cuantitativa – QE- que salvaba a los bancos no a las personas.
3 comentaris a “El Tribunal Supremo alienta el fraude fiscal de los fondos buitre cuando niega el derecho de retracto al deudor”