El passat mes de juliol es fa fer una concentració davant el Cap de Guineueta del moviment indignats de NouBarris.
Un veí va llegir un text per desmentir el “bulo” que els immigrants s’aprofiten de la sanitat. Reproduïm el text perquè es prou explicit contra els xenòfobs ignorant:
“Según el estudio (Inmigración y Economía Española. Oficina Económica del Presidente. Noviembre, 2006) los emigrantes han aportado unos ingresos totales a las arcar publicas de 23.402 millones de euros contra un gasto publico de 18.618, lo que ha producido una contribución a las arcas publicas de 4.784 millones de euros.
Los ingresos se distribuyen, en sus partidas mayoritarias, de la siguiente manera:
8.079
Cuota de la SS
7.806
Resto de ingresos
1.874
IRPF
3.766
IVA
“Gracias a la entrada de inmigrantes, en la actualidad la renta per cápita es un 3% superior”
Siendo la población emigrante en 2005 un total de 3,7 millones de personas, lo que significa el 8,5%. Genera el 6,6% de los ingresos y recoge el 5,4% de los gastos. La contribución neta a las arcas publicas -el 1,9%- es positiva.
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Desde finales de los años 80 se ha ido produciendo una desregulación del control bancario y han terminado desapareciendo todos aquellos controles –con el fin de evitar otro crac como el del 29- que se establecieron terminada la II Guerra Mundial.
Poco a poco la gran banca financiera ha ido creciendo y generando, con su especulación, crisis periódicas peores cada vez más
Ningún estado ha intentado pararles los pies. Todo lo contrario, se han ido sometiendo a su dictado.
Han ido estallando burbujas, como la de las empresas PUNTOCOM, y a pesar de todo la desregulación ha seguido creciendo.
Las teorías neoliberales hablan de un “mercado que se autorregula” y achacan las crisis a los intervencionismo del estado. Estado que corriendo ha intervenido en ayuda de los bancos en crisis con grandes aportaciones de dinero público para evitar la quiebra, y con gran beneficio de aquellas entidades y personas que se esconden detrás de la palabra “mercado”.
Todo esto ha sucedido y sigue sucediendo delante de nuestras narices, sin respuesta alguna por nuestra parte. Hemos ido creyendo que lo que nos pasaba era algo natural. Hemos intentado salir de nuestros problemas de forma individual –pisando a veces a los que están como nosotros- sin ser capaces de darnos cuenta que las soluciones son colectivas, que parte de la solución pasa por enfrentar nuestros problemas de forma colectiva. Pasa por no ver en los demás enemigos, sino personas que padecen en silencio los mismo abusos. El poder económico crece al amparo de la guerra entre nosotros, del odio al emigrante, de la guerra de los pobres. “
